LA MAR, SE MUERE

¡Vaya una cosa que me regalas! -Pensarás: tienes razón al pensar así. Solo es un puñado de piedras que la Mar, expulsó de sus aguas a la Playa del Arveyal en Gijón.
Era una tarde gris a las orillas del Cantábrico, pero a mi perrito no le importaba lo gris que tuviera la tarde, tenía que dar el paseo de tos los días, le encantaba pasear por la playa cuando estaba la marea baja, la arena estaba mojada y aplastada por el agua que hacía poco se encontraba encima, también había multitud de desechos que la mar expulsaba de sus aguas, muchos de los desperdicios eran basura que los humanos le habíamos enviado, y que él nos los devolvía; otros eran desechos que el mismo producía.
El perrito se volvía loco por ir a la playa siempre encontraba algo con que jugar; pero estábamos en época de verano y los que estaban al cuidado de la playa no dejaban entrar a los perros, aun que fueran tan pequeños como este Yorksáy terrier que solo pesa dos ochocientos; pero aquel día la playa estaba desierta, la cuenta para el pequeño juguetón.
Empezamos el recorrido con tranquilidad…bueno; tranquilo taba yo, por que él corría como un condenado a la horca: en principio era un poco aburrido, la playa estaba limpia, y eso no le hacia ninguna gracia, el prefería la basura desfrutaba revolcarse en ella yo lo reñía, le llamaba marrano pero él seguía a lo suyo. Entonces cají una piedra y se la tire a lo lejos, el fue corriendo a por ella y me la devuelve de nuevo, así tres veces, la cuarta vez le tiré otra; la primera me quedé con ella en la mano: algo me había llamado la atención. La miré y la remiré; y me pareció que era un corazón, por lo menos ese aspecto tenía, entonces miré al suelo con más atención, y había más piedras, poro solo algunas tenían aspecto de corazón, y las que había ninguna era igual que la anterior.
Cogí alguna más y en casa las puse encima de la mesa, las coloqué por orden de mayor a menor, las miré un buen rato; y me perdí en un mar de suposiciones.
Lo primero me convencí de que eran corazones: eso lo tenía muy claro; ahora tenía que imaginar ha quién habrían pertenecido, yo no soy experto ni tengo medios para analizar cual fue la materia prima con la que se formaron, ni a quién habían pertenecido, por eso no pude saber la respuesta exacta: solo pude trabajar con suposiciones.
Lo primero supuse que era el corazón de una Roca, y que el Mar se lo había arrancado por exceso de cariño de tanto acariciarla. Y que con el tiempo se había cansado de tenerlo guardado en sus entrañas y lo expulsó, por que ya no le serbia de nada tenerlo guardado.
Lo segundo, supuse que el Mar había arrancado un trozo a la Roca y de tanto acariciarlo tomó la forma de un corazoncito, y que se fue deteriorando cada vez más asta perder su forma de corazón, y por ultimo desaparecer, ha esta suposición llegué cuando coloqué todas las piedrecitas por orden do mayor a menor, me pareció ver como el primer corazón se iba transformando, los primeros años solo cambiaba de forma, según los sentimientos que tuviera: después empezó perder volumen, iba envejeciendo, y perdiendo su forma, hasta que se convirtió de nuevo en una diminuta piedra, y continuaría así hasta convertirse en arana.
La tercera fue que pertenecían a enamorados que habían fallecieron en alta mar llevándose consigo el corazón de su amada, y que el mar se los devuelve a sus dueñas.
La cuarta, esta es un tanto dramática. Sabemos que la mar se está muriendo por culpa de los Humanos; pues me imaginé que esos corazones eran de tantos y tantas que el mar se había comido, y que ahora se da cuenta de que los humanos somos basura y los expulsa de sus aguas en forma de corazones… Ha ver si así dejamos de echar porquería a sus entrañas que ya están saturadas.
Terminadas todas estas posibilidades no había sacado nada en claro, no se cual será la acertada si es que no hay más por que yo soy un marinero de tierra y lo único que saqué en claro fueron más preguntas: haber si alguien me las puede contestar.
Lo primero: Me pregunto si las rocas tienen corazón.
Lo segundo: ¿El corazón de los Humanos, puede llegar a ser tan duro, que se puede llegar a convertir en una piedra?
Tercera: ¿Por qué la Mar expulsa los corazones? ¿Tendría tantos que ya no los podía mantener? O, ¿-Seria verdad que la mar se estaba volviendo inteligente, y que se había dado cuenta de que los Humanos somos una porquería, y que por eso estaba devolviendo los Corazones de tantos como había comido, por que, al darse cuenta de la porquería que había comido se le revuelve el estómago? Quizá sea esto último.
También puede ser que ya hace muchos años que la mar esta devolviendo la porquería, haber si nos damos cuenta de que la estamos matando; pero que de tanto ver lo que está a al vista de todo el Mundo, llega el momento que ya no se ve, o no se quiere ver: ¡y por eso expulsa los corazones de los que perdieron su vida, al tratar de robarle sus repletas dispensas a la Mar, para mantener a sus familias! ¡Seguro que creyó que los corazones de los Humanos, se ablandarían al ver los de sus semejantes que se habían quedado para siempre en el fondo de los Océanos!
No se lo que será; a lo mejor es que yo me imagino cosas que no tienen explicación y yo sigo empeñado en que alguien me las explique.
Pero lo cierto es que el Mar ya no sabe que hacer para llamar la atención de los Humano: el se está muriendo por que su estomago ya no admite más basura, y siguen llegando miles de toneladas a diario. El Mar no se quiere morir: por que es un ser inteligente: seguramente, mucho más inteligente que los que no hacemos nada por ayudarlo: él sebe que se va a morir, y también sabe que nosotros moriremos con él: no comprende a los Humanos: ¡Saben que sus vidas dependen de la suya, y sin embargo lo estamos matando!
Yo no se en que lío me metí por culpa del perrito, si no fuera él, a lo mejor ni cuenta me había dado de todo este drama que esta pasando nuestro querido Mar, o nuestra querida Mar: o nosotros mismos: que estamos cavando una enorme zanja, ¿Para quién? La Mar lo sabe. Nosotros ya lo sabremos.
Ha ver si vosotras dos me ayudáis a descifrar lo que la Mar quiere decir con esas 12 piedras… o, Corazones…Este es el motivo por lo que os mando estas 12 unidades, ya no se como llamarles: yo las coloqué de varias formas, y cada forma me decía una cosa diferente. ¿Será que tengo mucha imaginación? O, vosotras creéis que me estoy volviendo un poco tarara; al fin y al cavo solo son 12 piedras… Digo yo… Os pido ayuda en nombre de la Mar.
Sois maravillosas, tanto la madre como la Hija. Gracias a las dos por vuestra amistad, si todas las personas que habitamos en el planeta fueran como vosotras no estaría la Mar a punto de morir; y yo no estaría con este lío por haberle tirado una piedra al perrito para que jugara con ella.
Estas 12 piedras no valen nada, por que las encontré yo: si las encontrara un famoso escritor, que se hiciera rico gracias al libro que escribió sobre ellas: tendrían un valor incalculable: todos querrían las 12 piedras autenticas. Y sin embarga serian las mismas. Seguían sin valer para nada. No sé si me entenderéis, por que a veces me cuesta trabajo entenderme yo mismo.
Muchas gracias de nuevo, y perdonar por mis fantasías, a otras personas no les puedo enseñar esto, no saben o, no quieren saber, lo que quiero decir: pero vosotras dos; además de buenas con migo, también sois inteligentes. Son dos condiciones que muy poca Gente tiene.
EL OSQUENSE
31/10/2007
Era una tarde gris a las orillas del Cantábrico, pero a mi perrito no le importaba lo gris que tuviera la tarde, tenía que dar el paseo de tos los días, le encantaba pasear por la playa cuando estaba la marea baja, la arena estaba mojada y aplastada por el agua que hacía poco se encontraba encima, también había multitud de desechos que la mar expulsaba de sus aguas, muchos de los desperdicios eran basura que los humanos le habíamos enviado, y que él nos los devolvía; otros eran desechos que el mismo producía.
El perrito se volvía loco por ir a la playa siempre encontraba algo con que jugar; pero estábamos en época de verano y los que estaban al cuidado de la playa no dejaban entrar a los perros, aun que fueran tan pequeños como este Yorksáy terrier que solo pesa dos ochocientos; pero aquel día la playa estaba desierta, la cuenta para el pequeño juguetón.
Empezamos el recorrido con tranquilidad…bueno; tranquilo taba yo, por que él corría como un condenado a la horca: en principio era un poco aburrido, la playa estaba limpia, y eso no le hacia ninguna gracia, el prefería la basura desfrutaba revolcarse en ella yo lo reñía, le llamaba marrano pero él seguía a lo suyo. Entonces cají una piedra y se la tire a lo lejos, el fue corriendo a por ella y me la devuelve de nuevo, así tres veces, la cuarta vez le tiré otra; la primera me quedé con ella en la mano: algo me había llamado la atención. La miré y la remiré; y me pareció que era un corazón, por lo menos ese aspecto tenía, entonces miré al suelo con más atención, y había más piedras, poro solo algunas tenían aspecto de corazón, y las que había ninguna era igual que la anterior.
Cogí alguna más y en casa las puse encima de la mesa, las coloqué por orden de mayor a menor, las miré un buen rato; y me perdí en un mar de suposiciones.
Lo primero me convencí de que eran corazones: eso lo tenía muy claro; ahora tenía que imaginar ha quién habrían pertenecido, yo no soy experto ni tengo medios para analizar cual fue la materia prima con la que se formaron, ni a quién habían pertenecido, por eso no pude saber la respuesta exacta: solo pude trabajar con suposiciones.
Lo primero supuse que era el corazón de una Roca, y que el Mar se lo había arrancado por exceso de cariño de tanto acariciarla. Y que con el tiempo se había cansado de tenerlo guardado en sus entrañas y lo expulsó, por que ya no le serbia de nada tenerlo guardado.
Lo segundo, supuse que el Mar había arrancado un trozo a la Roca y de tanto acariciarlo tomó la forma de un corazoncito, y que se fue deteriorando cada vez más asta perder su forma de corazón, y por ultimo desaparecer, ha esta suposición llegué cuando coloqué todas las piedrecitas por orden do mayor a menor, me pareció ver como el primer corazón se iba transformando, los primeros años solo cambiaba de forma, según los sentimientos que tuviera: después empezó perder volumen, iba envejeciendo, y perdiendo su forma, hasta que se convirtió de nuevo en una diminuta piedra, y continuaría así hasta convertirse en arana.
La tercera fue que pertenecían a enamorados que habían fallecieron en alta mar llevándose consigo el corazón de su amada, y que el mar se los devuelve a sus dueñas.
La cuarta, esta es un tanto dramática. Sabemos que la mar se está muriendo por culpa de los Humanos; pues me imaginé que esos corazones eran de tantos y tantas que el mar se había comido, y que ahora se da cuenta de que los humanos somos basura y los expulsa de sus aguas en forma de corazones… Ha ver si así dejamos de echar porquería a sus entrañas que ya están saturadas.
Terminadas todas estas posibilidades no había sacado nada en claro, no se cual será la acertada si es que no hay más por que yo soy un marinero de tierra y lo único que saqué en claro fueron más preguntas: haber si alguien me las puede contestar.
Lo primero: Me pregunto si las rocas tienen corazón.
Lo segundo: ¿El corazón de los Humanos, puede llegar a ser tan duro, que se puede llegar a convertir en una piedra?
Tercera: ¿Por qué la Mar expulsa los corazones? ¿Tendría tantos que ya no los podía mantener? O, ¿-Seria verdad que la mar se estaba volviendo inteligente, y que se había dado cuenta de que los Humanos somos una porquería, y que por eso estaba devolviendo los Corazones de tantos como había comido, por que, al darse cuenta de la porquería que había comido se le revuelve el estómago? Quizá sea esto último.
También puede ser que ya hace muchos años que la mar esta devolviendo la porquería, haber si nos damos cuenta de que la estamos matando; pero que de tanto ver lo que está a al vista de todo el Mundo, llega el momento que ya no se ve, o no se quiere ver: ¡y por eso expulsa los corazones de los que perdieron su vida, al tratar de robarle sus repletas dispensas a la Mar, para mantener a sus familias! ¡Seguro que creyó que los corazones de los Humanos, se ablandarían al ver los de sus semejantes que se habían quedado para siempre en el fondo de los Océanos!
No se lo que será; a lo mejor es que yo me imagino cosas que no tienen explicación y yo sigo empeñado en que alguien me las explique.
Pero lo cierto es que el Mar ya no sabe que hacer para llamar la atención de los Humano: el se está muriendo por que su estomago ya no admite más basura, y siguen llegando miles de toneladas a diario. El Mar no se quiere morir: por que es un ser inteligente: seguramente, mucho más inteligente que los que no hacemos nada por ayudarlo: él sebe que se va a morir, y también sabe que nosotros moriremos con él: no comprende a los Humanos: ¡Saben que sus vidas dependen de la suya, y sin embargo lo estamos matando!
Yo no se en que lío me metí por culpa del perrito, si no fuera él, a lo mejor ni cuenta me había dado de todo este drama que esta pasando nuestro querido Mar, o nuestra querida Mar: o nosotros mismos: que estamos cavando una enorme zanja, ¿Para quién? La Mar lo sabe. Nosotros ya lo sabremos.
Ha ver si vosotras dos me ayudáis a descifrar lo que la Mar quiere decir con esas 12 piedras… o, Corazones…Este es el motivo por lo que os mando estas 12 unidades, ya no se como llamarles: yo las coloqué de varias formas, y cada forma me decía una cosa diferente. ¿Será que tengo mucha imaginación? O, vosotras creéis que me estoy volviendo un poco tarara; al fin y al cavo solo son 12 piedras… Digo yo… Os pido ayuda en nombre de la Mar.
Sois maravillosas, tanto la madre como la Hija. Gracias a las dos por vuestra amistad, si todas las personas que habitamos en el planeta fueran como vosotras no estaría la Mar a punto de morir; y yo no estaría con este lío por haberle tirado una piedra al perrito para que jugara con ella.
Estas 12 piedras no valen nada, por que las encontré yo: si las encontrara un famoso escritor, que se hiciera rico gracias al libro que escribió sobre ellas: tendrían un valor incalculable: todos querrían las 12 piedras autenticas. Y sin embarga serian las mismas. Seguían sin valer para nada. No sé si me entenderéis, por que a veces me cuesta trabajo entenderme yo mismo.
Muchas gracias de nuevo, y perdonar por mis fantasías, a otras personas no les puedo enseñar esto, no saben o, no quieren saber, lo que quiero decir: pero vosotras dos; además de buenas con migo, también sois inteligentes. Son dos condiciones que muy poca Gente tiene.
EL OSQUENSE
31/10/2007